domingo, 12 de febrero de 2012

Se está creando un buen ambiente para la reconciliación, debemos apoyarlo


Los Pueblos multi-étnicos y pluri-culturales como el colombiano requieren los mayores esfuerzos para lograr una sana convivencia. Desde la invasión española se creó la dominación de una élite no solo a los indígenas sino a los españoles pobres que llegaron, luego agudizada con la traída de los africanos como esclavos. Por el lado del territorio hay barreras naturales que impidieron la dominación completa, los mas rebeldes encontraron espacios para vivir con autonomía, Indígenas y Negros, crearon sus poblados independientes y continuamente se enfrentaban a los colonialistas cuando estos intentaban someterlos o cuando aquellos organizaban ataques de represalia. Luego los imitaron mestizos y blancos pobres. Se sembró la semilla rebelde y se volvió cultura preponderante para muchos colombianos que prefieren morir antes que someterse.

Pero la humanidad ha venido cambiando en los últimos siglos con el desarrollo de las Ciencias Sociales, la tecnología productiva y las armas de guerra. Su preponderancia sobre los demás seres vivos la ha convertido en posible causante de la próxima gran extinción o en la herramienta para lograr que la vida trascienda en el Universo y el Tiempo antes de que los demás factores naturales la conduzcan a su fin en la tierra inexorablemente, o por lo menos a una fenomenal regresión. Dilema similar tenemos en Colombia proporcionado en forma de guerra civil catastrófica o Paz negociada con Justicia Social, porque ya sabemos que si algunos logran imponer temporalmente su hegemonía venciendo con armas a los demás, mas temprano que tarde deberán enfrentarse nuevamente a nuestra rebeldía con causa que no claudica.

Así que estamos condenados a una reconciliación basada en que todos logremos vivir dignamente con oportunidades para realizar por lo menos la parte indispensable de nuestros anhelos, o a la guerra permanente. En Colombia personas como Álvaro Uribe Vélez, los Señores de la guerra y demás Terratenientes debieran poder vivir en paz apaciguados sus delirios de persecución y ánimo guerrerista, así deban pagar por crímenes si los han cometido, pero de forma tal que puedan dar rienda suelta a su energía en la producción pacífica, ayudando a rehabilitar laboralmente a los combatientes que reclutaron. Hacienda por cárcel por ejemplo. Líderes guerrilleros debieran poder potenciar su gran capacidad organizativa en gestionar una gran empresa nacional de mega-producción agropecuaria, de asistencia técnica e intermediación masiva que le sirviera a los pequeños y medianos productores del campo para solucionar los problemas de infraestructura e insumos, de mercadeo y venta, de financiación y seguros, etc.. Terratenientes y jefes guerrilleros, sin dejar algunos de participar en política, convertidos en agroindustriales y asesores para gestionar directamente la producción de buena parte de los suelos desmontados, facilitando que las comunidades rurales puedan producir en Paz a la escala que decidan teniendo canales para obtener los recursos necesarios y distribuir los excedentes.

Algo así veo necesario para desatar el nudo gordiano de nuestra violencia crónica. Tenemos recursos mas que suficientes: 52 millones de hectáreas de suelos desmontados, 28 millones de reses, agua de sobra y mercados insaciables. Con esos elementos podemos armar ecosistemas sostenibles altamente productivos gestionados según la vocación de cada grupo humano. Tenemos también experiencia en minería que puede tecnificarse y hacerse sostenible para que en forma controlada y paulatina explotemos nuestros inmensos yacimientos. Alcanzaría para satisfacer de sobra nuestras necesidades y exportar varias veces mas, lo cual garantizaría la satisfacción de los derechos del Pueblo a niveles altos en la escala mundial. Convivencia agradable, salud y educación universales, vivienda digna, alimentación variada y balanceada, recreación y deleite artístico, etc.. Sigamos soñando, pero es posible.

Los invito compatriotas a que negociemos, vislumbro un escenario donde los actores pueden realizarse plenamente porque nunca como ahora se han alineado los factores necesarios en forma tan promisoria.

Hernán Pardo Silva

Nota: Ver propuestas detalladas en los siguientes artículos:


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