viernes, 23 de diciembre de 2011

Propuesta Progresista para la alti-llanura de los llanos orientales de Colombia

Base ideológica de la Propuesta.

Los Progresistas pretendemos crear soluciones que involucren todos los factores productivos en una “simbiosis” armónica de tal manera que cada grupo humano aporte su máximo potencial y pueda progresar en convivencia pacífica con los demás grupos. Se trata de aplicar lo mejor de los diferentes sistemas político-económicos que ha ideado e implementado la humanidad a través de la historia, manejando las contradicciones entre las distintas clases sociales de forma constructiva y nunca de forma violenta. Requiere de una verdadera democracia en donde las clases populares, obviamente las grandes mayorías, renuncien a destruir los demás grupos humanos a cambio de que el gobierno garantiza la paz impidiendo la especulación comercial y financiera y castigando ejemplarmente la corrupción y la violación a los derechos humanos y así todos podamos vivir dignamente.

El imperialismo actual ha logrado una concentración extrema de capital en pocas manos y está dedicado a la especulación internacional mediante la manipulación de los mercados bursátiles, la imposición de leyes favorables, el dominio de los medios de comunicación, cooptando políticos y dirigiendo el aparato industrial militar. Recurre a la guerra cuando quiere depredar nuevos recursos y crear mercados dependientes. El Progresismo es anti-imperialista por supervivencia ya que los Países progresistas se ven obligados a luchar contra el imperialismo y derrotarlo para poder desatar su potencial. El Imperialismo está condenado al colapso, los Pueblos han visto degradar su existencia al punto que ya no funcionan ni el control mediático ni el consumismo para ocultar la realidad. Los Progresistas debemos impedir que al morir el imperialismo arrastre consigo a la especie humana y hasta cualquier rastro de vida en la Tierra, brindando a sus actores otras opciones de vida.

La superación de la violencia debe lograrse con el dialogo entre los enemigos circunstanciales apelando a los mas altos valores condensados en la política del amor, aplicándola para que lo mas rápidamente posible ninguno sufra carencias esenciales y todos puedan progresar según su capacidad y tenacidad pero sin perjudicar a los demás. La políticas de convivencia pacífica entre naciones de la constitución política de la China, el buen vivir y los derechos de la madre tierra expresado en las nuevas constituciones suramericanas son referentes válidos para los Progresistas. Estos principios están magistralmente presentados en el libro: Recursos naturales y la geopolítica de la integración Suramericana de Monica Bruckmann, investigadora de la Cátedra y Red Unesco/Universidad de las Naciones Unidas sobre Economía Global y Desarrollo Sustentable – REGGEN, que además aporta y analiza estadísticas de mucho valor sobre los recursos naturales no renovables. Para los que prefieren los videos hay una entrevista que el periodista Walter Martínez, en su programa Dossier, hizo al próximo Secretario General de la UNASUR Alí Rodríguez Araque que Alí basó en el libro mencionado ( http://bit.ly/tpIGsl y http://bit.ly/vRHklL ).


Dimensión de la Propuesta.

Paolo Lugari, del centro experimental las gaviotas ( http://www.centrolasgaviotas.org/ ) considera apta para producir en forma rentable y sostenible la alti-llanura de los llanos orientales colombianos, desde el oriente-norte del departamento del Meta y mas de la mitad norte del departamento del Vichada. Lo demuestra con el centro experimental Las Gaviotas de mas de 6 mil hectáreas en producción, el cual está tratando de ser duplicado por la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) en su base de Marandúa. La alti-llanura son 6 millones de hectáreas, en su gran mayoría propiedad de la Nación colombiana, que actualmente tiene una población de indígenas, en peligro de extinción, y de no nativos inferior a 50 mil Personas. A estos habitantes actuales hay que respetarles su cultura y apoyarlos para que mejoren su bienestar sin perder sus muchas y hermosas querencias.

EMBRAPA, Empresa Brasilera de Pesquisa Agropecuaria ( http://www.embrapa.br/ ), ha desarrollo una serie de tecnologías en el “Cerrado”, que son las sabanas del Brasil similares a nuestros llanos orientales pero 10 veces mas grandes, algunos empresarios extranjeros están aplicando parte de esta tecnología cerca de Puerto Gaitán, Meta, en “La Fazenda” y han cultivado soya, maíz y otros con los que producen concentrados para alimentación animal y proveen gran cantidad de carnes frescas y procesadas.

Podemos desarrollar 5 millones de hectáreas y destinar un millón para preservar las culturas y la biodiversidad autóctonas, a modo de parque naturales transversales a todo el desarrollo. La alti-llanura posee selvas similares en fauna y flora con la selva amazónica alrededor de los numerosos caños y riachuelos que son desagües naturales eficientes por lo que deben ser preservados integralmente incluyendo los bordes de las sabanas y los bajos. Los grandes inversionistas nacionales, con o sin socios extranjeros, pueden conformar empresas agro-industriales aprovechando el precio creciente de los cereales y sus derivados para venderlos en los mercados internacionales. Los campesinos pueden optar por empresas familiares o comunitarias que necesitarían asociarse a una gran empresa de capital social para que facilite adquirir los insumos y distribuir la producción luego de satisfacer su autoconsumo. Esta gran empresa investigaría y continuaría la creación de modelos productivos que beneficien tanto a los campesinos como a los grandes productores, con tecnologías agro-ecológicas sostenibles, impidiendo la contaminación y la degradación del medio ambiente. La Gran Empresa Social también manejaría los mercados directos de los estados nacionales que son grandes consumidores de alimentos y biocombustibles y para esto debe poder producir y distribuir a gran escala.


Como se organizaría la producción.

Los grandes empresarios podrían encargarse de poner en producción 2 millones de hectáreas, 100 mil familias campesinas producirían otro tanto y la gran empresa agropecuaria de capital social produciría en un millón de hectáreas, dependiendo de la capacidad y de la eficiencia que vayan alcanzando. La propiedad de la tierra debe reservársela la nación, cobrando un derecho de uso razonable, garantizando la permanencia de los productores activos y permitiendo, valorando y reconociendo las mejoras que hagan de tal manera que les sirvan de base por ejemplo para adquirir créditos o buscar nuevos socios. La herencia de estos derechos deben permitir continuar trabajando a los herederos que opten por hacerlo o en caso contrario reconocerla en dinero y adjudicarla a otros interesados. Por ejemplo para utilizar la tecnología de EMBRAPA es necesario aplicar cal y otros elementos que quedarían como mejoras de la tierra, medibles contablemente depreciando o valorizando de acuerdo a que lo desmejore o mejore, midiéndolo periódicamente, esos valores pertenecerán como activo fijo al inversionista ya sea este un campesino, un gran empresario o la gran empresa de capital social.

Si bien es cierto que los campesinos actuando en familia o comunidad desean conservar sus tradiciones productivas estás deben ser potenciadas por los avances de la ciencia agro-ecológica por investigaciones propias o de los demás productores formalizadas con la ayuda de científicos; esto y las relaciones de suministro y distrubución con la gran empresa social crean la necesidad de aplicar tecnología avanzada para poder planificar y programar la producción, mercadear, medir las ventas, los costos y demás, lo que hace necesario que la gran empresa social preste este servicio y vaya capacitando al productor. O sea que para poder apoyarse mutuamente, todos los productores deben integrarse para gestionar requerimientos comunes como insumos e infraestructura de transporte, con la coordinación de la gran empresa social. Los que gestionen directamente sus suministros y su distribución, deben informar lo necesario para lograr el buen uso de los recursos comunes.

Podemos empezar reparando a un grupo significativo de Víctimas de la guerra:

El Alcalde electo de Bogotá ha declarado reiteradamente su voluntad de acompañar a las Víctimas en la aplicación de la nueva ley de restitución y reparación. Muchos quieren retornar al campo a desarrollar actividades agropecuarias pero tienen miedo de volver a ser Víctimas habida cuenta de que continúa la confrontación armada y desalmada y, a pesar del éxito de algunos procesos contra los Victimarios, los mas mantienen su poder y al parecer van a quedar impunes. Para lograr Paz Justa necesitamos una tregua de los actores armados para permitir al Gobierno nacional, a las Víctimas y a los Victimarios negociar un Acuerdo de Paz, que reparta las tierras desmontadas, a fin de que los terratenientes puedan convertirse en prósperos agro-industriales y el Pueblo rural (Campesinos, Indígenas y Afrodescendientes) logren desarrollar proyectos de vida dignos y sostenibles. Sin embargo debemos esforzarnos para empezar el retorno en donde se pueda garantizar la seguridad mediante un acuerdo de convivencia con las fuerzas vivas locales. En la alti-llanura de los departamentos del Meta y Vichada es posible crear un gran centro pionero, veamos porque:

El centro experimental Las Gaviotas está probando hace mucho que la ciudad y el campo se complementan y estimulan mutuamente: Cuenta con un desarrollo agro-químico-pecuario de mas de 6.000 hectáreas en la alti-llanura del Vichada próxima al Meta complementado con una fábrica de maquinaria y procesos pos-cosecha en las faldas del cerro Guadalupe en Bogotá. Su Director Paolo Lugari afirma que han desarrollado una tecnología probada que les permite proponer crear 2 millones de puestos de trabajo en los 6 millones de hectáreas de alti-llanura que son propiedad de la Nación.

De unas 200 mil familias de Víctimas ubicadas en Bogotá y Villavicencio tal vez 40 mil puedan estar interesadas en la propuesta de Las Gaviotas. A un promedio de 4 por familia 160 mil Personas pueden crear 8 nuevos municipios en el Meta y el Vichada de 20 mil habitantes cada uno. Con un promedio de 20 hectáreas por familia serían necesarias 800 mil hectáreas de los 6 millones de alti-llanura. El gobierno nacional puede aportar la propiedad a una Gran Empresa agropecuaria e industrial de capital mixto en la que participen: la alcaldía de Bogotá, las Gobernaciones de Meta y Vichada y las familias que retornen. Las familias aportarían lo que les corresponda por restitución y reparación y a cambio recibirían vivienda dotada, 2 sitios de trabajo por familia y los servicios de salud, educación y demás que se requieran. Los sitios de trabajo pueden ser, de acuerdo a las preferencias de cada familia, fincas dotadas con las instalaciones, animales y cultivos de acuerdo a paquetes tecnológicos recomendados y con el respaldo de la Gran Empresa para obtener continuamente los insumos necesarios y distribuir la producción; o si prefieren asociarse en haciendas comunitarias con “patios” familiares también anudados a la Gran Empresa o simplemente empleos dignos en la Gran Empresa. A la tecnología probada de Las Gaviotas podemos sumarle la que desarrolló la Empresa Brasilera de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA).

La Gran Empresa se encargaría de construir los Pueblos y sitios productivos con el trabajo asalariado temporal de las Víctimas que quieran sus fincas o sus haciendas y con el trabajo permanente de los que prefieran un empleo. Se requeriría vincular a cientos de Profesionales que tendrían la oportunidad de trabajar en la creación de centros de vivienda y producción y asistiendo la operación. Los nuevos municipios debieran nacer con un nivel de satisfacción de los derechos humanos como el de Bogotá con los avances previstos en la Alcaldía de Gustavo Petro. Iniciaríamos convocando a los Desplazados de Bogotá y Villavicencio y organizando a los interesados, consultando al Gobierno Nacional, la Alcaldía y las Gobernaciones, pedir el acompañamiento de la gente de Las Gaviotas, de los Diplomáticos brasileños que corresponda, de investigadores académicos, de potenciales Clientes y Proveedores nacionales y extranjeros, con el fin de preparar técnicamente el Proyecto, haciendo los estudios que se requieran para poder establecer la viabilidad y la programación. Voluntad política de los gobernantes, acuerdos con las fuerzas vivas de la zona y a trabajar con entusiasmo.

Conclusión.

Se presenta una gran oportunidad de aplicar políticas económicas progresistas para facilitar la Paz en Colombia. Como la alti-llanura de los llanos orientales es en su gran mayoría propiedad de la nación colombiana podríamos empezar allí una gran explotación agropecuaria sin tener que resolver primero lo atinente a la tenencia de la tierra. Se pueden potenciar los planes de infraestructura vial, férrea y fluvial incluidos en los planes del gobierno nacional, de las Alcaldías y de las Gobernaciones involucradas, integrándose como Ciudades-Regiones, habida cuenta de los ingresos ciertos que se van a obtener, lo cual puede apalancar la consecución de préstamos en moneda nacional por emisiones del Banco de la república, anticipos y prestamos de socios extranjeros estratégicos. Tenemos lo mas valioso: la gente trabajadora y las tierras.


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